Después de casi dos semanas de estar viviendo de sándwiches y galletas ya estaba harta. Ale no quería gastar nada en comida, lo cual me parecía bien, pero llegó a un punto muy exagerado. Así que cuando llegó Cris mandé los sándwiches y las galletas al diablo y me permití algunos “lujos”. Comida típica checa, helados, café, pastel… ya me lo merecía.
El plato, la cerveza, el servicio y el pan por poco más de 10 euros. El restaurant esta justo en el centro, frente a la torre astronómica, así que el precio no está mal.
Y también comimos estos panecitos...
Y el kebab de ley que no puede faltar en ninguna ciudad... es la tradición.
Y también comimos estos panecitos...
Y el kebab de ley que no puede faltar en ninguna ciudad... es la tradición.
3 comentarios:
Yo quiero torta!!!!
mmmmm! se ve rico amor ¿que son los panecillos?
Cuales panecillos? Los de la señora? Pues no me acuerdo del nombre pero eran como de canela, estaban buenos!
Publicar un comentario